El alcalde de Cádiz, Bruno García, reiteró hoy su postura firme respecto a la falta de duchas y lavapiés en las playas de la ciudad durante esta temporada. A pesar de las recientes lluvias y de la relajación de algunas restricciones por parte de la Junta de Andalucía, el Ayuntamiento de Cádiz no tiene intención de revertir esta medida de ahorro debido a la sequía.
García enfatizó que la preocupación por el agua persiste independientemente de las lluvias recientes y que las decisiones se toman con prudencia, siguiendo las pautas marcadas por la Junta de Andalucía. Señaló que la situación del agua es un problema a largo plazo y que la ciudad debe ser consciente de las dificultades futuras.
El alcalde también destacó la colaboración con la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de San Fernando en proyectos como el uso de agua depurada para el baldeo, aunque reconoció que aún queda mucho por hacer en este sentido. Afirmó que, aunque actualmente el agua utilizada para el baldeo es potable, están trabajando para que en el futuro se pueda emplear agua depurada.
En resumen, García subrayó que la situación del agua es un problema compartido que requiere medidas a corto, medio y largo plazo, y que el Ayuntamiento de Cádiz está comprometido con abordarlo de manera responsable.